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| Secretario General de FESS Alejandro Ramos en la UES |
Por este medio les estamos
informando
que el compañero
Alejandro Ramos a fallecido el día de hoy
lunes 9 de abril del 2012 a tempranas horas.
Nuestro mas setido pesame a la familia del Compañero y lo extendemos a la Querida Federación Sindical Salvadoreña FESS.
Las luchas de Alejandro Ramos
Los restos de Alejandro Ramos, Secretario General de la Federación Sindical de El Salvador (FESS), son velados en la funeraria Sagrada Familia. Luego fue sepultado en el cementerio General de Santa Tecla.
Roberto Flores
Redacción Diario Co Latino
Fue el 14 de mayo de 2010. Alejandro Ramos atendía a su compromiso como secretario general de la Federación Sindical de El Salvador (FESS) y se apostó junto a varias trabajadoras y trabajadores de la zona franca del municipio de San Marcos, al sur de la capital, para protestar por las pésimas condiciones laborales en que se mantenía a los empleados y empleadas de las maquilas instaladas en el lugar.
Pasado un rato llegaron agentes de la Unidad de Mantenimiento del Orden (UMO). Ana Medrano, compañera sindicalista de Alejandro, lo recuerda bien. Según dice, los agentes policiales fueron a reprimir la manifestación a petición de otros sindicalistas que defendían los intereses de la empresa. El objetivo, asegura, era capturar a Alejandro, una piedra en el zapato de los empresarios que conocían de su actividad sindical.
Junto a Alejandro, tres sindicalistas más fueron arrestados, quedando libres tras varios días de fuertes protestas del sector sindical.
El día de su arresto, según rumores que llegaron a oídos de Ana y sus compañeros, los dueños de una de las empresas en las que Alejandro ayudó a crear un sindicato, despidieron a varios de sus empleados y celebraron con pastel el encarcelamiento del sindicalista. Así de grande era el peso que Alejandro Ramos tenía en las organizaciones sindicales y el temor que le tenían los empresarios por las luchas que apoyaba. Así será recordado por sus compañeros y compañeras.
Alejandro Ramos falleció el pasado 10 de abril, víctima de un cáncer contra el cual luchó por dos años. Su hermana, Gloria Ramos, dice que su amor por la lucha sindical era tal que a veces se confundía con el amor que le debía a su familia. “Él me decía que iba a luchar hasta el final por defender los intereses de los trabajadores”, asegura. Murió a los 35 años y sus compañeros manifiestan que cumplió su palabra.
La carrera sindical de Alejandro inició a principios del 2000, cuando comenzó a trabajar como hornero en una panadería. Fue ahí en donde se comenzó a involucrar en las luchas de los trabajadores organizados, al punto que su jefa terminó por retirarlo de su puesto de trabajo, pero respetando su fuero sindical.
Esa situación le permitió la oportunidad de abrir los ojos a otros trabajadores y trabajadoras, según cuenta Ana. Comenzó apoyando a sindicatos de las maquilas, panaderías, sastres pantaloneros y talleres. Con el tiempo, su trabajo en las organizaciones sindicales lo llevaron a ocupar el cargo de secretario general de la FESS, que ahora aglutina a más de una docena de sindicatos y a más de 400 sindicalistas del país.
Fue en las maquilas en donde su trabajo fue más reconocido, según Ana. Una de las primeras acciones que organizó junto a los empleados de una maquila en donde se violaban derechos laborales fue una huelga de 15 días que, entre otras cosas, ayudó a mejorar las condiciones de trabajo, disminuyendo la discriminación contra las empleadas y las restricciones para el uso de los baños (que en algunas maquilas se restringe a una vez por día y por unos escasos minutos).
El peso que tuvo en la lucha sindical, de acuerdo a sus compañeros, llegó al punto en que fue sobornado por patronos para quitarle fuerza a los sindicatos que apoyaba, cosa a la que nunca cedió.
Tampoco se lo pensaba dos veces para criticar cualquier acción que proviniera del gobierno o el Estado que afectara los derechos de los trabajadores y trabajadoras.
Tras ser liberado de la cárcel en 2010, declaró: “Esperamos que la actitud mostrada por la UMO, no sea el anuncio o un mensaje del gobierno de que no va a tener tolerancia al libre derecho de organización de los trabajadores, ya que la forma en la que fuimos reprimidos por denunciar violación a los derechos laborales, nos remontó a las acciones de violencia mostradas por los gobiernos anteriores”.
“No vamos a encontrar otro igual a él”, asegura Ana. Antes de morir, según cuenta, Alejandro pedía un poco más de vida para seguir guiando la lucha sindical. Tras su muerte, concluye Ana, su ejemplo sigue vivo.
Queremos mostrar el comentario que se poblicara en el Periodico Digital la pagina.com.sv
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